Noviembre: Fin de Año
Noviembre es la funesta señal del fin de año.
Llueven vestigios de lo que soñamos,
vidas que echamos de menos
y las goteras derriban nuestros castillos de penas.
La gente camina por la calle
entre el amor bonito, la soledad desorientada
y las primeras luces del Nadal.
Son días de ojos sin rumbo,
bombillas de colores
y laberintos grises en el corazón.
Son días callados con ganas de escuchar alaridos del mañana.
De secretos diferidos, de juicios sin inocentes
y de momentos posibles solo
si tengo tus manos.
Te mando un mensaje:
“Vente comigo, tráete tu sonrisa
que yo pagaré lo de los tres”
Llegas. Busco entre la niebla tu mirada
y nos rodean las palabras, algunas golosinas
vasos con hielo y batallas amargas.
“Si te gusta el ron con limón toma mi copa,
que yo beberé de ti.”
En el centro de la ciudad,
entre horas perdidas y compras baratas
es fácil celebrar que un minuto nuestro no tiene precio.
Apaguemos las velas, soltemos las riendas
Hagamos un trato y vayamos a casa.
“Si tú cuerpo vela mis desvelos
yo cuidaré de tus sueños”
Parece ser que en Noviembre
todos los días pueden ser fin de año.
Noviembre es la funesta señal del fin de año.
Llueven vestigios de lo que soñamos,
vidas que echamos de menos
y las goteras derriban nuestros castillos de penas.
La gente camina por la calle
entre el amor bonito, la soledad desorientada
y las primeras luces del Nadal.
Son días de ojos sin rumbo,
bombillas de colores
y laberintos grises en el corazón.
Son días callados con ganas de escuchar alaridos del mañana.
De secretos diferidos, de juicios sin inocentes
y de momentos posibles solo
si tengo tus manos.
Te mando un mensaje:
“Vente comigo, tráete tu sonrisa
que yo pagaré lo de los tres”
Llegas. Busco entre la niebla tu mirada
y nos rodean las palabras, algunas golosinas
vasos con hielo y batallas amargas.
“Si te gusta el ron con limón toma mi copa,
que yo beberé de ti.”
En el centro de la ciudad,
entre horas perdidas y compras baratas
es fácil celebrar que un minuto nuestro no tiene precio.
Apaguemos las velas, soltemos las riendas
Hagamos un trato y vayamos a casa.
“Si tú cuerpo vela mis desvelos
yo cuidaré de tus sueños”
Parece ser que en Noviembre
todos los días pueden ser fin de año.
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