martes, 27 de octubre de 2009

...lugares comunes...


Hacia tiempo que una película no me conmovia tanto. No es la primera vez que la veo, pero, como casi todo, la segunda vez es la que se disfruta de verdad. Es emocionante desde el primer monólogo de Fernando(Federico Luppi) hasta la última mirada de Liliana (Mercedes Sampietro).
En realidad la película se centra en la historia de un matrimonio que por circunstancias, tienen que cambiar de vida.Como es típico en Aristaráin, director de Martin (Hache), la palabra es la que domina toda la cinta y es en esos diálogos donde marca la diferencia.

El tema central es sin duda el amor de los protagonistas. Un amor libre, sereno y cómplice reflejado en cada mirada, en cada gesto y en cada palabra. Dos personas que nunca se aburren estando juntas y a los que les gusta estar solos y a solas. Se conocen profundamente, se aceptan, se pelean sin odio, se divierten. Son amantes, socios, amigos, cómplices, ninguno de ellos concibe la vida sin el otro...Y si Lili dice "Mi patria es mi marido", Fernando que es escritor (mejor dicho hombre que escribe) llega a afirmar que realmente solo escribe para ella, y que "La sonrisa de Lili fue siempre el mejor premio de mi vida".

Aunque esta peli no es solo eso, habla del futuro, de la lucidez, de la felicidad, de politica, de las ilusiones y siempre con mucha coherencia y brillantez.

Otro dialogo genial es el que mantiene Fernando con Tutti Tudela, una bibliotecaria dicharachera:
FERNANDO: No le estoy mintiendo. Nunca me obligué a serle fiel a mi mujer. No es una norma o pacto a respetar, no. Con Lily, con mi mujer, siempre dijimos que si alguien se cruza con alguno de los dos, mala suerte. Pero sin mentiras. Estamos juntos porque queremos, nadie nos obliga. Nos obliga a ser leales. Ninguna de las mujeres que conocí después de Lily, le puede ganar; no. Las miro, las puedo admirar. Me puede asombrar encontrarme con alguien como Tutti Tudela. Yo estoy abierto a lo que sea, a lo que pueda pasar…; pero no hay caso: Lily gana. Liliana gana siempre.
TUTTI: Tengo la sensación de que (con los ojos humedecidos, emocionados) cuando habla de mujeres…, está hablando de una sola mujer.
FERNANDO: Sí, puede que sí.
TUTTI: Me gustaría mucho conocer a su mujer. Quiero dejar de ser discreta por una sola vez y contarle todo lo que usted me dijo. ¿Ella lo sabe?
FERNANDO: No, nunca se lo dije pero Lily, qué sé yo, nunca se le escapa nada.
TUTTI: ¡Dígaselo!
FERNANDO: No sé si puedo…Por ahí se lo escribo.
TUTTI: Eso también estaría bien. Pero hágalo pronto. Esa mujer no se merece que le hagan esperar tanto.

A riesgo de parecer un "tango caminando sentimental y cursi" diré que mi felicidad soñada en el futuro incierto, lo que vendría siendo mi camino, no está muy lejos de esta película. Y cierro con una reflexión de Lili: "Sabemos pero se nos olvida que sabemos que nada es para siempre. Lo único que de verdad nos pertenece es la ilusión".


Que nadie deje de verla. Y como me ha dejado este sabor de boca tan nostálgico, el siguiente post en este "mi pequeño universo" serán unos nostálgicos versos de mis noches más otoñales.

1 comentario:

Cecis ... funámbula dijo...

Nestor: Gracias por tu visita...y espero verte seguido por alli, tanto como yo estare por aqui...
Me encanto esta pelicula y me encanto tu post...una maravilla!!